Pek铆n.- Una de las preguntas m谩s comprensibles que se hace la gente cuando viene a China y ve el capitalismo, la voracidad del consumismo, la explotaci贸n en las f谩bricas y el darwinismo social en asuntos como educaci贸n y sanidad, es, "驴qu茅 tiene que ver esto con Mao y el comunismo?" [Ver:
O que Adam Smith foi fazer na China]. La respuesta es que para quienes observamos el mundo desde el Paseo de Gracia de Barcelona, capitalismo y comunismo son como la noche y el d铆a, pero que desde el punto de vista de un pa铆s en desarrollo, obsesionado por salir del agujero de la miseria y el retraso, esos dos sistemas est谩n hist贸ricamente unidos por el mismo af谩n de modernizaci贸n.
Una definici贸n de "comunismo chino"
Cuando Mao y la generaci贸n revolucionaria era joven, en los a帽os 20 y 30 del pasado siglo, los chinos "compraron" el socialismo por las mismas razones por las que sus sucesores "compraron" el capitalismo en los ochenta: porque era lo m谩s eficaz y exitoso que hab铆a en el mercado de las recetas de modernizaci贸n. Ahora ya casi se ha olvidado que en los a帽os 30, la URSS sal铆a pr谩cticamente indemne de la crisis del 29 que asol贸 los Estados Unidos y otras potencias occidentales, y lograba crecimientos y avances muy notables. Hay documentos del Departamento de Estado norteamericano de aquella 茅poca en los se habla de la econom铆a de planificaci贸n central, dando por supuesto su superioridad. As铆 que entonces, los chinos compraron lo m谩s moderno que hab铆a en la tienda en aquellos momentos.
En el supermercado de los a帽os ochenta lo que el vendedor dec铆a que funcionaba (y lo que la experiencia suger铆a observando a los "tigres asi谩ticos" del entorno de China y el derrumbe en Europa del Este) era el capitalismo, as铆 que los chinos lo compraron, sin ninguna ruptura interior, porque su impulso, ansia y objetivo en los ochenta, segu铆a siendo el mismo que el de los a帽os veinte y treinta, y el mismo que el actual: construir un pa铆s fuerte y pr贸spero. Llegamos as铆 a una definici贸n, simplista, de lo que es la esencia del "socialismo con caracter铆sticas chinas".
Tras la Revoluci贸n de Octubre, Lenin defini贸 el comunismo ruso de una forma tan extra帽a como, "el poder de los soviets, m谩s la electrificaci贸n de todo el pa铆s". Ahora se puede decir algo aun m谩s ex贸tico; "el comunismo chino es construir una China fuerte y pr贸spera m谩s el Da Tong". El "Da Tong", traducido como "gran armon铆a" o "gran unidad", es el ideal confucioniano de la cohesi贸n social derivada de una econom铆a pr贸spera y una sociedad estable.
Para los chinos la revoluci贸n fue ante todo, la restauraci贸n de la paz y el orden, el renacimiento de una gran naci贸n, y civilizaci贸n, milenaria que hab铆a perdido el tren de la historia hac铆a tres siglos y que llevaba uno postrada ante los extranjeros. 驴Que eso cost贸 mucha sangre, cruel e innecesaria? Naturalmente, pero lo que hay que comprender es que su resultado ha sido mucho m谩s que la proyecci贸n imperial de Francia en Europa con Napole贸n, en la que murieron dos millones de los 20 millones de franceses, lo que no impide que el emperador siga all铆 enterrado, en el coraz贸n de Par铆s. Pese a todos los sufrimientos del mao铆smo, al pueblo chino le fue mejor, en par谩metros como consumo medio de alimentos, mortalidad y esperanza media de vida, que a la inmensa mayor铆a de pa铆ses del Tercer Mundo, incluidos los pa铆ses del sureste asi谩tico excepto Malasia y Singapur. Mao puso las bases de todo eso. Esa es la raz贸n por la que, independientemente de que la gente viva hoy en China mucho m谩s libre que en su 茅poca y no haya ning煤n deseo de regresar a las relaciones del mao铆smo, sea bastante dif铆cil encontrar en China un hogar rural que no tenga el retrato de Mao, frecuentemente con el de Liu Shaoqi y Zhou Enlai, colocado en la pared principal.
Un "lumpen intelectual" campesino
Mao era hijo de campesinos "ricos" de Hunan (la propiedad de su padre era de聟una hect谩rea). Su educaci贸n fue muy elemental, fue un autodidacta y un "lumpen intelectual", muy diferente de los dem谩s padres del PC chino que lo miraban desde arriba. Lo que lo hizo destacar no fue su aportaci贸n te贸rica, que fue nula. La "teor铆a mao铆sta" fue una memez basada en el fanatismo y la ignorancia de Oriente y de Occidente, que lleg贸 hasta los intelectuales de Par铆s, y desde ellos hasta los c茅rebros de actuales ex ministros del PP [Partido Popular] y candidatos a la Presidencia de la Generalitat. Por lo que Mao destac贸 fue por su agudeza y astucia campesinas.
Mientras los comunistas eran masacrados en las ciudades, el cre贸 un ej茅rcito en 1930/1931, lo que cambi贸 las cosas. Durante la "Larga Marcha" (salen 80.000, llegan 10.000 en un trayecto a pie de mas de 7000 kil贸metros) se construy贸 la 茅pica. Varios personajes clave en la historia posterior de China, entre ellos Zhou Enlai y Wang Jiaxiang, comprendieron entonces que Mao era "el l铆der". A los 37 o 40 a帽os ese personaje alcanz贸 la jefatura suprema.
La invasi贸n japonesa le da una segunda ocasi贸n para el liderazgo y la usa con extraordinario maquiavelismo: su tesis es captar el discurso nacionalista, pero no perder ni un hombre contra los nacionalistas y los japoneses, dejando que estos se desgasten entre si. A partir de 1936-1938 lee mucho y se forma, comienza a ejercer un poder total y se gana la confianza de Mosc煤.
La victoria de 1949 se debe a su genio militar, compartido con el de otros dos; Zhu De y Lin Biao (designado sucesor, muerto con su familia en su huida a茅rea a la URSS en 1971). Zhou Enlai es el gran organizador de la victoria.
Veinte a帽os perdidos
Pol铆ticamente, hasta 1955 hay una pol铆tica de orden constructiva con reparto de tierra, gesti贸n eficaz de las amenazas exteriores (guerra de Corea), un plan quinquenal que funciona, etc. En 1955, se realiza la colectivizaci贸n forzada, dos a帽os despu茅s la represi贸n de intelectuales con el movimiento de las "cien flores". A partir de oto帽o de 1957 se lanza el desastre del Gran Salto Adelante con entre 30 y 40 millones de muertos entre 1959 y 1961, por una mezcla de errores pol铆ticos y cat谩strofes naturales. Le sigue la "Revoluci贸n Cultural", que es un intento de d茅spota en su oto帽o patriarcal por recuperar la autoridad perdida a causa de la evidencia de su fracaso anterior, mezclado con preocupaciones por el destino de la obra de su vida. De alguna forma, sostenida por la organizaci贸n, la disciplina, el car谩cter f茅rreo del r茅gimen, y tambi茅n por el entusiasmo, China sobrevive a lo que algunos designan como "veinte a帽os perdidos": 1955-1975. "Si se hubiera retirado en los cincuenta su imagen para la historia habr铆a sido impecable", dicen muchos intelectuales chinos. No ocurri贸 as铆 y la soluci贸n ha sido la genial valoraci贸n oficial de "70% correcto, 30% errado", imposible para Stalin, que fue un d茅spota oriental mucho m谩s sanguinario, que obligar铆a, como m铆nimo, a invertir esa valoraci贸n.
Un "milagro" humano
Mao fue, al mismo tiempo, un hombre de estado chino, un revolucionario y un gran bur贸crata, pero tambi茅n un visionario voluntarista. Dec铆a que los hombres pod铆an mover monta帽as y "tomar el cielo por asalto". Era consciente de la enorme fuerza inercial de la milenaria tradici贸n china y pretend铆a vencerla mediante una lucha que deb铆a renovarse peri贸dicamente para evitar el regreso inexorable a las debilidades y degeneraciones tradicionales. Dec铆a que el PC deber铆a luchar por su supervivencia cada siete u ocho a帽os. De ah铆 su "Gran Salto Adelante" de los cincuenta, y diez a帽os despu茅s, su "Revoluci贸n Cultural", las dos cat谩strofes que empa帽an su legado hist贸rico. Su contribuci贸n al "milagro chino", un asunto de 57 a帽os que arranca en 1949 con la Revoluci贸n China, no de los 煤ltimos 25 a帽os "de mercado", un "milagro humano", que incluye desastres tan evidentes como el Gran Salto Delante, la Revoluci贸n Cultural, y la enorme degradaci贸n medioambiental cuya exacerbaci贸n estamos presenciando ahora, esa contribuci贸n es clara: 茅l puso las bases.
Cuando Mao muri贸, hab铆a, por primera vez en la historia para una gran parte de los chinos, suficiente comida, vestido y techo, acceso a educaci贸n b谩sica y asistencia m茅dica rudimentaria. Mejor贸 la condici贸n de la mujer de forma radical, se acab贸 con el juego, el opio y la prostituci贸n. El crecimiento econ贸mico medio anual fue del 6%, se construyeron diques, ferrocarriles, industrias, hospitales, escuelas, la poblaci贸n se dobl贸 en treinta a帽os. China entr贸 en la ONU y en su Consejo de Seguridad, siendo reconocida como un gran factor internacional.
Sin la Revoluci贸n de 1949 y la estatalizaci贸n econ贸mica de los cincuenta, Deng Xiaoping no habr铆a podido realizar su propio "gran salto adelante", aprovechando con inteligencia determinadas posibilidades de la globalizaci贸n. Por eso, cuando hablan de su actual renacer nacional, los chinos no comienzan la cuenta en 1978, sino en 1949, hablan de, "los esfuerzos continuados de varias generaciones de chinos" y ponen a Deng Xiaoping en una serie iniciada por Mao y Sun Yatsen. Esa l贸gica es la que mantiene a Mao sobre el pedestal. La prensa anglosajona nos explica estos d铆as que el nombre de Mao est谩 siendo marginalizado en los libros de texto de Shanghai. Eso es anecd贸tico. 驴Entiende esa gente algo de historia?
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Rafael Poch de Feliu 茅聽o correspondente em Pequim do jornal catal茫o La Vanguardia聽e autor, entre outros, de La gran transici贸n. Rusia, 1985-2002.
