Hay que reconocerlo, luego de deflagrada la crisis en Bolivia, la presidenta Michelle Bachelet tuvo la elogiable iniciativa de convocar a una reuni贸n de emergencia al conjunto de los mandatarios de pa铆ses que integran la Uni贸n de Naciones Suramericanas (UNASUR).
En su calidad de presidenta pro tempore de este organismo, Bachelet tenia la opci贸n de mantenerse al margen del conflicto boliviano - bajo el argumento de no inmiscuirse en los asuntos de otro pa铆s - o de otorgar un mayor protagonismo a la reci茅n creada organizaci贸n en la defensa de la democracia y en la generaci贸n de condiciones para llegar a acuerdos pac铆ficos entre y al interior de los pa铆ses miembros.
Bachelet no dej贸 escapar esta oportunidad para asumir su papel con personalidad. En una decisi贸n osada y con autoridad, la presidenta chilena decidi贸 llamar a cada uno de sus pares el viernes por la tarde, para apoyar concertadamente los esfuerzos de pacificaci贸n del pa铆s altipl谩nico y, fundamentalmente, para que el bloque de pa铆ses se posicionara en favor de una salida democr谩tica e institucional al conflicto de Bolivia.
En esta iniciativa, la mandataria sali贸 al encuentro de una serie de afirmaciones - difundidas casi desde el d铆a que asumi贸 su mandato - de que poseer铆a falta de liderazgo e incapacidad para gobernar los destinos del pa铆s. Tambi茅n se ha se帽alado su poca altura de "estadista", y la derecha viene repitiendo hasta el cansancio que su estilo de gobernar no crea confianza entre los distintos sectores de la sociedad.
Esta campa帽a de descr茅dito comenz贸 en marzo de 2006, cuando Bachelet reci茅n hab铆a asumido sus funciones en La Moneda, y fue aumentado con el paso del tiempo, en la medida que el conflicto con los estudiantes secundarios y el fracaso del sistema de transporte urbano (Transantiago) no parec铆an m谩s que confirmar la imagen de una gobernante sin "don de mando" y sin autoridad para "tomar las riendas" del pa铆s. A diferencia de Lagos, que aparec铆a como una figura paterna con autoridad, Michelle Bachelet fue concebida como la madre cari帽osa que no resuelve nada, una imagen que, de tan difundida, acab贸 naturaliz谩ndose entre los ciudadanos.
Y ahora, que se puede decir de Bachelet luego del 茅xito obtenido por la Cumbre extraordinaria? Que no posee capacidad de liderazgo? Que no tiene porte de estadista? O que sufre de par谩lisis decisoria, como lleg贸 a apuntar hace poco un diputado de la derecha?
Adem谩s, es necesario destacar el valor pol铆tico que posee la iniciativa de la mandataria, en t茅rminos de recuperar la tradici贸n y el papel desempe帽ado por Chile en los diversos foros internacionales en defensa de la democracia junto al resto de las naciones del planeta. Esa tradici贸n es la que se expres贸 en la elecci贸n de Allende y en la v铆a pacifica al socialismo, esa tradici贸n es la que se consolida a pesar de los 17 a帽os del interregno autoritario que asol贸 al pa铆s. Por eso, est谩 cargado de simbolismo el gesto de la presidenta Bachelet de llevar a los convidados a visitar el Sal贸n Blanco Salvador Allende, lugar que era el despacho y donde pas贸 sus 煤ltimos minutos el ex-gobernante. Me atrever铆a a decir que, a pesar de las divergencias existentes entre los representantes, la visita a esa sala marc贸 un momento de profundo compromiso con los principios de la 茅tica, la fraternidad, la paz y la democracia, tan caros al Presidente Allende.
Por su parte, la reacci贸n de los partidos de oposici贸n ha sido casi inmediata. A pocas horas de terminada la reuni贸n de UNASUR, los presidentes de los partidos de la Alianza por Chile, Juan Antonio Coloma (UDI) y Carlos Larra铆n (RN), denunciaron lo que ellos denominan una "falta de equilibrio" en las conclusiones a que arribaron los nueve Jefes de Estado y los tres cancilleres presentes en la cita. Para estos personeros, la Cumbre fue incompleta, pues faltaron los representantes de los grupos opositores al gobierno de Evo Morales, declarando finalmente su escepticismo sobre los efectos futuros que pueda arrojar el encuentro.
Se puede conjeturar alg煤n impacto electoral del 茅xito de la minicumbre, aunque ello no sea del todo relevante. Pensamos, que independientemente de los resultados que pueda tener la declaraci贸n conjunta de los pa铆ses de UNASUR en la resoluci贸n de la crisis boliviana, en el plano interno Michelle Bachelet sale fortalecida y legitimada como una estadista que tuvo la altura de miras para vislumbrar que la organizaci贸n que preside debe pronunciarse siempre, indefectiblemente, en pos de los valores democr谩ticos y la defensa de las instituciones que las sociedades se han dado para dirimir pac铆ficamente sus disputas y conflictos de intereses.
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Fernando de la Cuadra 茅 soci贸logo chileno, membro da Rede Universit谩ria de Pesquisadores sobre a Am茅rica Latina (Rupal). Este artigo tamb茅m foi publicado em La Insignia.
