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Chile: los riesgos de un viraje hacia la derecha

Fernando de la Cuadra - Junho 2009
 

Si bien es cierto que el panorama electoral chileno se ha venido decantando poco a poco en las 煤ltimas semanas, todav铆a falta bastante para que las aguas se aquieten en el movimiento perpetuo de alianzas y pactos en un a帽o de elecciones. Los principales competidores al sill贸n presidencial son Eduardo Frei por la Concertaci贸n de Partidos por la Democracia y Sebasti谩n Pi帽era por la "Coalici贸n por el Cambio", una reciente sociedad entre los ya tradicionales partidos de la derecha (UDI y RN) y un peque帽o grupo de descolgados del PPD, denominado Chile Primero. La izquierda tambi茅n ha escogido su candidato: Jorge Arrate, ex Ministro de Miner铆a de Allende, ex Ministro de los gobiernos de Aylwin y Frei y ex embajador de Lagos, un socialista de toda la vida que dej贸 las filas del partido para construir un "Nuevo Pacto Democr谩tico y Popular", un referente que junto a los partidos de la izquierda extra-parlamentaria (PC, PH, IC) congregada en torno al "Juntos Podemos", ha levantado su candidatura con un fuerte sello allendista.

Con bastante menor expresi贸n, aparecen otros dos referentes surgidos tambi茅n de sendas escisiones de la Concertaci贸n. Con una inclinaci贸n m谩s conservadora, el Partido Regionalista de los Independientes (PRI), formado por militantes disidentes de la Democracia Cristiana, tiene en Adolfo Zald铆var a su figura m谩s destacada, el cual se ha autoproclamado candidato presidencial. Finalmente, otra facci贸n, que se escindi贸 del Partido Socialista en octubre del a帽o pasado, ha conformado el Movimiento Amplio Social, que levant贸 al Senador Alejandro Navarro como su abanderado presidencial.

Sin embargo, para complicar a煤n m谩s este contexto, desde las mismas filas socialistas ha surgido repentinamente un nuevo candidato. Marco Enr铆quez-Ominami, hijo del asesinado l铆der del MIR Miguel Enr铆quez (hoy d铆a transformado en el gran icono de la izquierda revolucionaria chilena). Marco es un diputado joven, mezcla de gal谩n juvenil, cineasta y fil贸sofo, que vivi贸 su infancia y adolescencia en Europa. Con un visual moderno e ideas contradictorias sobre econom铆a y sociedad, se ha encumbrado en las encuestas con sorprendente velocidad, llegando a pasar el 10 por ciento de intenci贸n de votos, tendencia que puede seguir aumentando en las pr贸ximas semanas, configurando una nueva interrogante en el escenario de las candidaturas.

Los cambios en el padr贸n electoral

Hace un mes atr谩s la presidenta Michelle Bachelet promulg贸 la Reforma Constitucional que establece la inscripci贸n autom谩tica en los Registros Electorales y el voto voluntario, quedando pendiente s贸lo la promulgaci贸n de la Ley Org谩nica que regular谩 el proceso de incorporaci贸n de los nuevos electores. El proyecto de ley enviado por el Ejecutivo supone que se afiliar谩n todas aquellas personas mayores de 17 a帽os nacidas en Chile, los nacidos en extranjero de padre o madre chileno (que vivan al menos un a帽o en el pa铆s) y los extranjeros nacionalizados con derecho a voto. Esta n贸mina ser谩 actualizada mensualmente por medio de un informe que enviar谩 el Registro Civil al Servicio Electoral.

Lo anterior representa sin lugar a dudas una importante modificaci贸n del padr贸n electoral vigente hasta ahora, abri茅ndose la posibilidad de inscripci贸n de cerca de cuatro millones de chilenos y chilenas no inscritos, la gran mayor铆a de los cuales son j贸venes. En los hechos, la nueva ley no significa que estos cerca de 4 millones de personas pasen a formar parte del padr贸n electoral en forma autom谩tica, pues este proceso ser谩 realizado en forma lenta al momento de efectuar el tr谩mite para obtener la c茅dula de identidad. Con todo se espera que un n煤mero importante de j贸venes con m谩s de 18 a帽os se incorporen como futuros votantes, superando con creces el escaso treinta por ciento (30%) de los j贸venes entre 18 y 29 a帽os que actualmente se encuentran inscritos en los registros electorales.

驴Que implicancias puede tener este aumento dr谩stico del voto juvenil? En realidad existe bastante incertidumbre de cual podr铆a ser el impacto que va a tener esta participaci贸n electoral en las elecciones presidenciales y parlamentarias de diciembre pr贸ximo. Una conclusi贸n de sentido com煤n nos dice que el voto de los j贸venes debiera inclinarse hacia un proyecto progresista o de izquierda, considerando que una tendencia "natural" de este grupo et谩reo se vincula a los ideales de justicia social, opci贸n por el cambio y rebeli贸n, anhelos que encarnar铆an mejor los partidos de izquierda o progresistas. Sin embargo, una reciente encuesta realizada a lo largo del pa铆s revela que la intenci贸n de voto de los j贸venes se orienta mayoritariamente hacia el representante de la derecha en la pr贸xima contienda presidencial.

En efecto, un porcentaje significativo de j贸venes estar铆a dispuesto a elegir a Sebasti谩n Pi帽era (38%) con relaci贸n a Eduardo Frei, que obtiene un 31% en este segmento de los electores (18-25 a帽os). Junto con ello, es interesante consignar que la intenci贸n de voto entre los no inscritos es incluso mayor en el caso de Pi帽era, que obtiene un 41% frente al candidato de la Concertaci贸n, que s贸lo concita una adhesi贸n del 28%. Es decir, contra las previsiones m谩s simples, tanto entre los j贸venes como entre los que a煤n no se encuentran inscritos en los registros, a esta altura de la campa帽a la intenci贸n de voto para el abanderado de la derecha es claramente superior [1].

El candidato de la derecha se presenta adem谩s como una especie de Obama chileno, anunciando una renovaci贸n de las pr谩cticas pol铆ticas y prometiendo una administraci贸n eficiente, transparente y honesta, en s铆ntesis, representa "el cambio". As铆, los ide贸logos de la derecha se帽alan que un aspecto central en la campa帽a de su abanderado debiera ser "atraer a la gente que no le gusta la actual forma de hacer pol铆tica, pero que est谩 dispuesta a entrar para cambiarla", un discurso orientado a ese enorme conglomerado de j贸venes descontentos con las viejas generaciones que siguen dominando la escena pol铆tica chilena.

A pesar de que la embestida derechista se ha sustentado en el desgaste que ha venido sufriendo el pacto gobiernista en sus casi 20 a帽os en el poder, no menos cierto es que el propio Pi帽era ya se encuentra en una fase de declive, la que se ha acentuado bastante en las 煤ltimas semanas. Actitudes populistas y de efecto publicitario han tenido m谩s bien una respuesta de rechazo por parte del electorado en general e incluso de sus propios socios en la Alianza por Chile. Su asociaci贸n con sectores desgajados del PPD ha sido interpretado como un gesto de astucia, oportunista y m谩s bien carente de 茅tica, que como una apuesta seria en ampliar la base de apoyo para un programa pluralista de modernizaci贸n y cambio.

Por su parte, el representante oficialista se encuentra en una situaci贸n de estancamiento. A pesar de colocar rostros j贸venes en su comando, Eduardo Frei hereda la pesada carga de la Concertaci贸n -聽originalmente un bloque de partidos que encarnaban las aspiraciones democr谩ticas de la ciudadan铆a, que se fue convirtiendo demasiado r谩pidamente en un acuerdo cupular restricto a un peque帽o n煤mero de conspicuos dirigentes y "operadores" profesionales vinculados al engranaje de sus respectivas m谩quinas partidarias, distanciados irreversiblemente de sus militantes de base y de la poblaci贸n en general. En una tentativa tard铆a por representar al mundo popular y a los sectores excluidos del sistema pol铆tico vigente, la Concertaci贸n ha firmado un pacto con el Partido Comunista para apoyarse mutuamente en la justa parlamentaria y, de esta manera, posibilitar que este 煤ltimo consiga elegir dos o tres diputados para el pr贸ximo periodo y, de paso, asegurarse el apoyo de los comunistas en una - casi cierta - segunda vuelta electoral.

En esta atm贸sfera ha surgido la figura de Enr铆quez-Ominami, llamado de d铆scolo, por su negativa a someterse a la orden partidaria (socialista) de apoyar al candidato oficial de la Concertaci贸n. De estilo jovial y con un discurso que enfatiza la necesidad de renovar los rostros de la pol铆tica, este diputado ha concitado una significativa adhesi贸n entre aquellos votantes con menos de 35 a帽os, capturando simult谩neamente la intenci贸n del voto juvenil de los dos candidatos con m谩s opciones.

Contin煤a la incertidumbre

Dejando a un lado el "fen贸meno" Bachelet [2], cualquier radiograf铆a de la situaci贸n electoral puede ser err谩tica, debido a la din谩mica en curso y a las efectivas posibilidades de que opciones presentes pueden cambiar en los pr贸ximos meses. Ello puede depender de varios factores.

Un elemento importante a tomar en cuenta es el impacto de la crisis econ贸mica mundial en el desarrollo de la actividad interna. Los indicadores econ贸micos han tenido un desempe帽o mediocre en los 煤ltimos meses y la poblaci贸n est谩 experimentando cotidianamente los efectos de la baja en el crecimiento, la restricci贸n del cr茅dito y el alza de los alimentos y, en general, el clima de incertidumbre que se abate sobre todos los agentes econ贸micos. El desempleo para el 煤ltimo trimestre m贸vil lleg贸 al 8,5%, lo cual representa un aumento de 1,2% con relaci贸n a igual periodo del a帽o anterior. Ante este panorama el gobierno ha creado un plan de cr茅dito de apoyo a las peque帽as empresas con subsidios para la compra de equipos, capacitaci贸n y, lo m谩s importante, reprogramaci贸n de las deudas contra铆das. Si estas y otras medidas tomadas por el Ejecutivo no son suficientes para revertir los impactos de la crisis en el 谩mbito interno, es altamente probable que los sentimientos de inseguridad, desesperanza y temor al futuro sean traspasados a la coalici贸n de gobierno.

Y frente a la crisis el voto conservador o sin una fuerte base doctrinal (electorado precario en palabras de Antonio Cort茅s Terzi) se torna a煤n m谩s conservador. Por eso, es importante monitorear y evaluar el desarrollo o evoluci贸n de la crisis para tener una idea m谩s aproximada de lo que podr铆an venir a ser las tendencias del electorado.

Otro aspecto a ser considerado dice relaci贸n con el grado de cohesi贸n o desgajamiento que siga experimentando el bloque de gobierno. Efectivamente, todas las renuncias, salidas y desmembramientos hacia la derecha o la izquierda de la Concertaci贸n representan claros indicios de la etapa de descomposici贸n o de crisis terminal que enfrenta esta coalici贸n, crisis que no s贸lo enuncia un agotamiento del proyecto progresista y ciudadano que aspiraba construir, como tambi茅n indica su incapacidad para "disciplinar" a sus diversos componentes en torno a un objetivo m谩s concreto, que le permita dar continuidad en el plano administrativo a un quinto gobierno.

Se puede interpretar esta indisciplina precisamente a partir del desencanto que ha implicado la decadencia de una opci贸n que se sustentaba durante mucho tiempo como alternativa al dilema democracia versus autoritarismo, pero que no ha encontrado fuerzas para reciclarse y dar un paso que le permita聽presentar un proyecto de pa铆s que desmonte la estructura heredada de la dictadura y se vincule a una nueva cultura pol铆tica asentada en la equidad, inclusi贸n y participaci贸n democr谩tica.

Del conjunto de factores apuntados anteriormente podemos extraer dos conclusiones. La primera es que, a煤n en la eventualidad de que la Concertaci贸n obtenga un triunfo en la pr贸xima contienda electoral, este conglomerado se encuentra cerrando un ciclo iniciado en 1988 (a帽o del plebiscito) y su propensi贸n al fraccionamiento debe continuar, ante lo cual parecen quedar s贸lo dos salidas: pensar en una renovaci贸n radical o decidir francamente su autodisoluci贸n.

Una segunda conclusi贸n es que, en todos los escenarios probables, existe un riesgo palpable de que el pr贸ximo gobierno tenga una impronta m谩s conservadora que la actual administraci贸n Bachelet, lo cual puede tener inusitadas consecuencias en los avances alcanzados en materias tales como respeto a la diversidad, inclusi贸n, protecci贸n social y, especialmente, en lo que concierne a una mayor democratizaci贸n de la sociedad chilena.

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Fernando de la Cuadra 茅 soci贸logo chileno e membro da Rede Universit谩ria de Pesquisas sobre Am茅rica Latina (Rupal).

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Notas

[1] Resultados del "Estudio Nacional de Opini贸n P煤blica. Elecciones presidenciales 2009", realizado por la empresa TNS聳Time, mayo 2009.

[2] Resulta interesante que pese a la ca铆da de apoyo a los partidos de la Concertaci贸n, la aprobaci贸n a la gesti贸n de la presidenta ha experimentado un importante repunte y, muy especialmente, la popularidad de la propia Bachelet ha tenido un alza espectacular en el 煤ltimo tiempo. En un reciente sondeo realizado a nivel nacional por la empresa Adimark, todos los indicadores de la Mandataria mejoraron. La evaluaci贸n de su gesti贸n logr贸 un 68,5 por ciento de aprobaci贸n, siendo que un 82 por ciento de los encuestados se帽al贸 que Bachelet es la persona m谩s querida por los chilenos.



Fonte: Especial para Gramsci e o Brasil.

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