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Curarse en salud

Jes煤s G贸mez Guti茅rrez - Fevereiro 2008
 

Benedicto XVI tiene buenos motivos para empezar en Am茅rica su campa帽a mundial contra el aborto. En cifras, 10.000 fallecimientos anuales en virtud de legislaciones que se encuentran entre las m谩s represivas del mundo, hasta el punto de que los abortos clandestinos son la primera causa de muerte materna en Panam谩, Paraguay, Chile, Guatemala y Argentina. Nada que El Vaticano no pueda aumentar, tal vez hasta los veinte o treinta mil decesos, con el apoyo de individuos como Daniel Ortega.

Es el precio cuando el Estado renuncia a la moral laica. Porque el caso del aborto s贸lo es una de sus manifestaciones; por ejemplo, se habla mucho de la emigraci贸n econ贸mica y poco de la cultural: miles de homosexuales que abandonan su tierra por el rechazo o la persecuci贸n que sufren; mujeres que buscan en la Uni贸n Europea algo que muy pocos pa铆ses latinoamericanos pueden ofrecer, el derecho a vivir sin ataduras asfixiantes, la libertad. Y los avances, que en esta materia son escasos, se suelen diluir entre el machismo de sus sociedades y la debilidad de los sistemas educativos y sanitarios.

Pero el a帽o 2007 dej贸 detalles interesantes; debates en Colombia y en el Cono Sur, con mejoras en las causas de despenalizaci贸n, y la legalizaci贸n en el D.F. de M茅xico. El Papa no cruza el Atl谩ntico en busca de aplausos. El cuento del cura bueno y el cura malo, la supuesta diferencia entre conservadores y progresistas en la Iglesia, ya no enga帽a tan bien como antes. Quiere evitar otra Espa帽a.

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Jes煤s G贸mez Guti茅rrez 茅 o editor de La Insignia.



Fonte: La Insignia & Gramsci e o Brasil.

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